martes, 12 de febrero de 2013

" Hay que ser absolutamente moderno", decía Rimbaud, significando así que las quimeras están pasadas de moda, como los fetiches y las supersticiones, las creencias y los dogmas y toda la inanidad y ñoñeria  de que está compuesta nuestra tan cacareada civilización. Debemos aportar luz y no una iluminación artificial." (...)

"Hablo como si el átomo mismo fuera el monstruo, como si fuera él el que ejerciera el poder y no nosotros. Ésta es precisamente la clase de fraude que hemos venido practicando con nosotros mismo desde que el hombre empezó a pensar. Y esto, también, es un engaño; pretender que en algún punto remoto del pasado el hombre comenzó a pensar. El hombre ni siquiera ha empezado a pensar. Mentalmente anda todavía a cuatro patas. Anda a tientas en la niebla, con los ojos cerrados y el corazón martillando de miedo. Y lo que más teme, ¡Dios se apiade de él!, es su propia imagen."

" Si un solo átomo contiene tanta energía, ¿qué puede decirse del hombre, en quien laten universos de átomos? Si lo que adora es la energía ¿por qué no se mira a sí mismo? Si puede concebir y demostrar, para su autosatisfacción, la ilimitada energía encerrada en un átomo infinitesimal, ¿qué decir entonces de los Niágaras que hay dentro de él? Y ¿qué de la energía de la Tierra, por mencionar sólo otra conglomeración infinitesimal de materia? Si lo que estamos buscando son demonios que domar, existe tal infinidad de ellos que la sola idea resulta paralizante..."







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